Una manera imitable de cumplir con la corresponsabilidad de Tekoporá
Lunes, 12 de Mayo de 2014
A pocos kilómetros de la antaña estación del ferrocarril de la ciudad de Sapucái, departamento de Paraguarí, en el barrio San José, vive Doña Norma Santacruz Fleitas. Ella tiene 5 hijos, trabaja los fines de semana en una casa de familia y desde hace 3 años participa del Programa Tekoporâ de la Secretaría de Acción Social.
Hoy por hoy, Tekoporâ es parte de la estrategia de Sembrando Oportunidades, programa de reducción de la pobreza extrema que tiene una mirada más allá de la ayuda social para convertir a las familias en partícipes activas de su transformación social y económica.
Tekoporâ busca garantizar, principalmente, el acceso a la salud, la educación y seguridad alimentaria de los niños y niñas en edad escolar y mejorar las perspectivas y oportunidades que sus padres y madres no tuvieron. Las transferencias monetarias son sólo una parte de su esquema.
El testimonio de Doña Norma da cuenta de ello. Estas transferencias con corresponsabilidad gestionadas por la SAS, resultaron de gran ayuda para que su hija de 10 años continúe con sus estudios además de ir al conservatorio de música, donde estudia canto y guitarra. “Si bien el dinero no es mucho, es de gran ayuda, lo importante es saber aprovechar y ver en qué invertir para que ese dinero no sea en vano”, señala doña Norma.
Ella aprovecha el aporte comprando gallinas ponedoras y cerdos para criar; de esta manera invierte su dinero y hace que rinda no solo para la educación de su hija, sino también para su salud y su alimentación. “Hay personas que no saben aprovechar esta ayuda del gobierno. Gastan todo el dinero de una vez, comprando provistas, ropas y juguetes. No digo que esté mal, pero creo que la gente debe pensar un poco más adelante”, agrega nuestra entrevistada.
Hurgando un poco más en su vida, doña Norma nos cuenta que tuvo que criar sola a sus primeros cuatro hijos, con mucho esfuerzo logró que sus hijos estudien hasta el 7º grado. Actualmente hoy tienen entre 15 y 20 años, se dedican a la limpieza de patios y otros trabajos informales, pero siempre están haciendo algo.
“La vida no es fácil, y hay que trabajar duro”, nos dice, mientras contempla a su hija menor. Los fines de semana sale de su hogar para trabajar en una casa de familia, donde está tres días durmiendo menos para que no falte el alimento en su casa. “No dormir bien por tres días no me debilita, por el contrario, me fortalece y da ánimos porque tengo la tranquilidad de que no les faltará el pan de cada día a mis hijos”, dice con voz firme.
El programa llega actualmente a hasta el mes de abril de 2014 son 80.370 la cantidad de familias participantes del Programa Tekoporâ. La meta de Sembrando Oportunidades es llegar a 100.000 familias en este año.